Si piensas que Málaga es sólo playa; vivir un Verano Azul en Nerja y cantar junto al barco de Chanquete; tomar el sol en Fuengirola, Estepona o San Pedro de Alcántara; vivir de lujo en Marbella; sentir toda la pasión de la Semana Santa; disfrutar con vistas al Mediterráneo de unos espetos recién hechos en Pedregalejo; pasear por las encantadoras calles de Frigiliana y Casares, o que no hay más casas colgantes o colgadas que las de Cuenca;… entonces, debes subir al coche cuanto antes para empezar maratón por todos los rincones de la provincia. ¿Nos ponemos en marcha?
Y es que, aunque no tan populares, pero también literalmente colgadas, están las casas de Cómpeta, y al borde del abismo, o del tajo como lo llaman, las de Ronda. También las hay tan blancas que reflejan en la distancia Sierra Bermeja o la de Ronda dando al paisaje un brillo casi único. Si algo es único en Málaga es la variedad de sus paisajes: caudalosos ríos como el Guadalhorce, profundos desfiladeros como el de Los Gaitanes, acantilados de vértigo como el de Maro, escenarios fabulosos como el Torcal de Antequera y cuevas en las que habita el hombre desde hace miles de años.
1. Viajar al Centro de la Tierra en las Cuevas de Nerja:
Aunque para muchos Nerja sigue siendo un Verano Azul, dejando atrás los días de sol, playa y amores adolescentes se descubre que también es el lugar ideal para seguir a Julio Verne y descender a lo más profundo del subsuelo. Una cavidad de 64.000 metros cúbicos de estalactitas, estalagmitas y otras muchas curiosidades geológicas como la Gran Columna de la Sala del Cataclismo que aparece varias veces en el Libro Guinness de los Records.
Aún así, si se pasa por Nerja será inevitable parar el coche junto al barco de Chanquete (Parque Verano Azul, Nerja) y cantar aquello de “No, no. No nos moverán”. La Dorada 1ª ha sido restaurada este mismo año y luce como nunca.
2. Caminar entre gigantes de piedra en el Torcal de Antequera.
Otro de los caprichos de la naturaleza de la provincia de Málaga. Cientos de millones de años de erosión han hecho falta para crear uno de los paisajes kársticos más impresionantes del mundo en un proceso que comenzó cuando buena parte de Europa y Oriente Medio estaban surgidos bajo el Mar de Tetis y que luego el agua, el aire y el hielo se han encargado de modelar a su antojo la caliza.
Además de albergar una gran variedad de fauna y flora en este lugar habita el hombre desde el Neolítico Medio y ha dejado constancia de su presencia en la Cueva de la Cuerda o en la de Marinaleda.
3. Atravesar el Puente sobre el Tajo de Ronda y perder la vista en un infinito de pueblos blancos:
Lejos del bullicio de la ciudad, de las playas y de las aglomeraciones, entre cerros y colinas, pequeños pueblos salpican el paisaje. Blancos pero con mucho color, el del rojo de los geranios y el violeta de las buganvillas que decoran las fachadas de cal. Existen algunas rutas que, a lo largo de Sierra Bermeja, los une con los de Cádiz, pero se debe comenzar por la ciudad de Ronda, considerada centro de Andalucía.
Allí, otra ruptura en el paisaje, las casas parecen suspendidas en el aire, a punto de saltar al vacío. Murallas mudéjares y un puente que da vértigo para llegar a la Plaza de Toros más antigua de España. La ruta parte hacia Atajate para llegar a Gaucín y Jimena de la Frontera, ya enclavada entre la Serranía de Ronda y la Bahía de Algeciras.
4. Beber de todos y cada uno de los caños de la fuente de Villanueva del Trabuco
Y ¡son 101! Y por eso, la llaman la Fuente de los 100 caños, pero lo que no muchos saben es que en realidad es el nacimiento del Guadalhorce, el río del trigo como lo llamaban los árabes por los campos que se extienden en sus dos orillas. Es el más caudaloso de la provincia y en su recorrido hasta el Mediterráneo cruzará increíbles paisajes como el Desfiladero de los Gaitanes, ¡Próxima parada!
5. Hacer el caminito del Rey
Por las paredes del Desfiladero de los Gaitanes (El Chorro) sin sufrir un ataque de vértigo. Siguiendo el cauce del Guadalhorce llega un punto en el que se encaja entre altas paredes de roca y al cielo se vislumbra todo un entramado de pasarelas colgadas a más de 200 metros de altura.
Más de 3 kilómetros de recorrido desafiando a la gravedad que fueron inaugurados por Alfonso XIII en 1921. ¡Cuidado! hoy se encuentra bastante deteriorado, sin barandilla ni apoyos.
El río Guadahorce a lo largo de toda la provincia de Málaga va dejando otras muchas estampas que bien merecen ser visitadas como el puente de hierro que lo cruza a su paso por la Estación de Cártama, donde se puede llegar a sentir que se atraviesa el mismísimo Mississippi.
6. Recorrer la localidad de Mijas en su mundialmente famoso servicio de Burro Taxi:
Mijas se apoya en una de las laderas de la Sierra del mismo nombre y para transitar sus escarpadas calles cuentan con unos simpáticos aliados.
Lo que comenzó siendo una curiosidad para los turistas que en los años 60 solicitaban a los trabajadores de la zona fotografiarse junto a sus animales, se ha convertido en todo un reclamo turístico. En la actualidad hay 60 activos y todos cuentan con licencia del Ayuntamiento.
7. Sobrevivir a un día de compras en Puerto Banús.
La capital del lujo de la Costa del Sol. Desde que en 1970 celebridades como Roman Polanski, Aga Khan, los Príncipes de Asturias, Rainiero III, Grace Kelly, y otros 1700 invitados lo inauguraran con un catering de 20 kilos de caviar de beluga y Julio Iglesias en directo, ha mantenido intacto este ambiente de exclusividad.
Versace, Carolina Herrera, D&G, Missoni, Loewe, Hermes, Dior, Hackett, Gucci, Jimmy Choo, Louis Vuitton o Valentino son algunas de las firmas que comparten escaparate con vistas a uno de los puertos más lujosos del mundo.
¿Te sientes con fuerzas para realizar este heptalón por Málaga? ¡Todo un maratón de actividades por la provincia!
