Es lo primero que enseñan las autoescuelas y lo primero que se olvida en cuanto se tiene el carnet de conducir en la cartera. Será porque con la emoción de ponerse al volante no se presta atención a todo lo que el profesor indica en los momentos previos a encender el motor por primera vez o, simplemente, por comodidad. Sea como sea, si cogemos vicios y manías al sentarnos ante el ordenador o al recostarnos en un sofá cómo no las vamos a tener también al conducir. Y las consecuencias pueden ser terribles. ¡La seguridad al volante comienza antes de arrancar!
¿Iniciamos correctamente la marcha?
Aspectos tan obvios como la postura, la distancia al volante o la altura del reposacabezas junto a otros no tan elementales como la ropa evitan un buen número de accidentes de tráfico e incluso minimizar sus lesiones. Si al conducir se siente cansancio, tensión en la espalda y en el cuello, agarrotamiento en las piernas, dolor de cabeza e, incluso, tirones musculares, probablemente, ¡no se tiene la posición más adecuada al volante! Y todas estas sensaciones de malestar pueden aumentar la posibilidad de accidente en carretera así que hay que poner un orden:
1. El asiento no es un sofá (regulación de la posición).
Si el coche es para viajar, ¿por qué sentarse con las piernas estiradas como si se fuera a echar una siesta? Al pisar el embrague a fondo la pierna aún debe quedar ligeramente flexionada pero al soltar el pedal ni los muslos ni las rodillas deben quedar demasiado cerca del volante. No hace falta ni regla ni transportador de ángulos, sólo sentido común.
2. Con lo difícil que es andar con zancos… (regulación de la altura).
Lo saben los futbolistas a mayor altura menor centro de gravedad y por eso es tan difícil quitarle el balón a Iniesta. En el coche parecido si no los pilotos de Fórmula 1 algo estarían haciendo mal. Por lo tanto, el asiento cuanto más bajo mejor pero sin que el volante obstruya la visibilidad. Hay que ver perfectamente todo lo que sucede al frente.
3. Sin pasarse de cómodo que esto no es una tumbona (regulación de la inclinación del respaldo).
El método científico de regla y transportador dice que 90º exactos, pero eso sería agotador. Existe otro truco para encontrar una posición cómoda: que la muñeca quede sobre la parte superior del volante per, eso sí, sin hacer trampa, no se pueden separar los hombros del respaldo.
4. El reposacabezas es… para reposar la cabeza.
No para inclinarla ni para apoyarla doblando el cuello y más que un elemento de confort lo es de seguridad. Para evitar lesiones cervicales debe estar situado a menos de 5cm. de la parte posterior de la cabeza y su altura debe regular para que la parte superior de la cabeza que alineada con la más del reposacabezas. Aquí sí que puede ser necesaria la regla, es vital.
5. Las dos manos al volante:
A las nueve y cuarto o a las diez y diez para los que prefieren cogerlo un poco más arriba. Esta sencilla regla se la debemos a uno de los pioneros del automovilismo, a Tazio Nuvalori, piloto de carreras en los años 20 y 30, quien comparó el volante con un reloj para que fuera más fácil de recordar la posición. Ni hace falta decir que las palmas de las manos siempre hacia abajo.
6. Espejos: Los auténticos guardaespaldas del vehículo.
Si con sólo girar el cuello de izquierda a derecha y no de arriba abajo no consigues ver lo que se refleja en ellos es que están mal regulados. Un truco muy sencillo para los laterales es ir abriendo su ángulo justo hasta que se pierda la visión del lateral del coche, y para el interior que no haya objetos ni bultos que entorpezcan la visión.
7. Vestirse para conducir:
No hace falta pedirle prestado a Fernando Alonso uno de sus monos cada vez que vamos a utilizar el coche pero se deben tener en cuenta algunas indicaciones. La ropa gruesa ofrece menos movilidad, los guantes reducen las sensaciones y, sobre todo, cuidado con el calzado. Ni alto ni bajo, ni plataforma ni chancla, ni sandalia abierta ni tacón y aun así quedan opciones para elegir.
Bonus: Por último, un consejo: la postura al volante no sólo no es inamovible si no que en viajes largos se debe ir modificando aunque sea mínimamente. ¡Sería agotador mantener la misma posición durante una hora u hora y media! Pero si las condiciones del tráfico o del tiempo cambian se recomienda mantener la guardia alta y volver rápidamente a la posición original.
Y tú, ¿has examinado alguna vez tu posición al volante? ¿Sigues todas estas pautas o ya las has olvidado? Recuerda que tu seguridad y la de los que te acompañan depende y mucho de cómo te sientas.
Ilustración | Francisco Campo
Fotografías | Dirección General de Tráfico DGT