Los viajes en coche nos permiten llegar a lugares más inaccesibles de Europa que de otra forma no nos sería posible descubrir. Desde Goldcar os sugerimos tres rincones secretos en España, Francia e Italia donde perderse y disfrutar de espectaculares paisajes Europeos.
Ribera Sacra, España
La Ribera Sacra, uno de los mejores secretos guardados de Galicia, está a tan solo una hora y media en coche desde Santiago. Un lugar que despierta todos los sentidos, ideal para los amantes de la naturaleza, el arte, la gastronomía y el vino.
El río Sil se encarga de moldear este hermoso paisaje, con un cañón cuya profundidad sobrecoge, al igual que los monasterios, iglesias y conventos de estilo románico diseminados a lo largo de estas tierras.
En las empinadas laderas, entre las escarpadas paredes rocosas que rodean la ruta se cultivan en bancales los viñedos de la Denominación de Origen Ribeira Sacra.
Para contemplar la espectacular panorámica de cañones escarpados dirígete a Parada de Sil donde se encuentra el mirador de los Balcones de Madrid, lugar desde donde las mujeres veían partir a sus maridos emigrantes hacia la capital.
Parada obligatoria en el camino es el Monasterio de Santo Estevo, el monumento más bello de toda la zona, enclavado en un precioso bosque de castaños centenarios.
Declarado Monumento Histórico Artístico y convertido hoy en un maravilloso parador, es perfecto para alojarse y disfrutar de su hermoso restaurante con terraza, que ofrece unas exquisitas vistas a las laderas del río Sil, sus cañones y sus laderas boscosas.
Cutigliano, Italia
Fuera del circuito turístico habitual de Italia, a 50 kilómetros de Florencia y 25 de Pistoia, en plena región de la Toscana, se encuentra la villa medieval de Cutigliano, uno de los pueblos y rincones más escondidos y pintorescos de Italia donde se puede disfrutar de la gastronomía, la naturaleza, el arte y la historia.
Reconocido como uno de los “borgos” (pueblos) más bonitos del país, ostenta la bandera naranja por el Club de Turismo de Italia y conserva diversos monumentos históricos que bien merecen una visita, como el Palacio Pretorio, decorado con escudos de los “Capitanes de la Montaña”; la iglesia de la Madonna di Piazza, con un frente de altar de Andrea della Robbia; y la iglesia parroquial, situada al final de un camino repleto de pinos.
Saliendo de Cutigliano, en las proximidades, se puede visitar la iglesia de San Bartolomé y apreciar en el interior la pintura florentina del siglo XVII.
Los alrededores ofrecen lugares apasionantes para los amantes de la montaña, desde la estación de esquí Doganaccia, hasta diversas rutas de senderos naturales que nos llevan a descubrir enclaves maravillosos como el lago Scaffaiolo, il Melo, Pianosinatico, Pian di Novello y Sestaione.
Pont des Tuves, Montauroux, Francia
A 160 kilómetros de Marsella, en el departamento francés de los Alpes Marítimos, en el interior, alejado de la zona turística costera, se esconde el pueblo de Montauroux, que alberga uno de los tesoros más pintorescos de Francia, el Pont des Tuves. Sobre el río Siagne, de aguas turquesas y cristalinas, se encuentra este puente construido en 1802 que conecta los pueblos de Montauroux y St. Cezaire.
Un pequeño paraíso donde encontrar la calma y un lugar idílico para los amantes de la naturaleza, que podrán admirar la garganta del río y disfrutar de un baño en sus refrescantes aguas, aptas solo para los más valientes.
Los aficionados al volante disfrutarán del camino hasta Montauroux, que transcurre por una carretera con un paisaje espectacular.
Una vez allí, el pueblo también merece una visita; se trata de una villa medieval con mucho encanto, construida en torno a las ruinas de un castillo, con sus callejuelas estrechas y sus casas de piedra.
El pueblo cuenta con diversos restaurantes donde disfrutar de la gastronomía típica de la zona, cafés tradicionales, así como una pequeña iglesia.