Dicen que hay más oro en galeones españoles sumergidos en Bahía de Cádiz que en las cámaras de seguridad del Banco de España y es que el mar es más rico de lo que parece. Entre los s. XV y XIX, en sus aguas se hundieron más de 900 embarcaciones fantásticas repletas de increíbles cargamentos.
Nombres como el Santa Cruz, el Santísima Trinidad, o el Vera Cruz siguen haciendo soñar a los pescadores de metales preciosos. Aunque parezca mentira aún quedan muchos tesoros por descubrir y no todos son de oro y plata.